Un pensamiento publicado en CEPES el 22 de Abril, pero que quiero compartir aquí.
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Desde hace un tiempo que se viene celebrando cada 22 de Abril el mal llamado “Día de la Tierra” y digo mal llamado porque este planeta en que vivimos está cubierto de mares, nubes, hielos… en definitiva, de agua. Por lo tanto, para celebrar éste día quiero compartir algunos pensamientos y esque desde el momento que llegué a Huaral hace escaso mes y medio, he intentado observar todos los problemas ambientales que se presentan en la cuenca del río Chancay (Huaral). Sin embargo, hay un problema recurrente, constante, perceptible e imposible de ignorar en el día a día, la contaminación del agua. Me refiero a contaminación del agua en su sentido más amplio, desde una inadecuada gestión, mal uso y abuso, hasta vertidos incontrolados a las aguas pasando por todo un abanico de actividades y malas prácticas que nos llevan a contar, desafortunadamente, con un ejemplo buenísimo para estudiar lo que no se debe hacer con el agua en muchos aspectos. No todo es negativo, por supuesto, y esque hay ciertas medidas, particularmente de gestión que son ejemplares en algunas cuestiones. Sin embargo, todo ello me lleva a reflexionar, y es por ello que quiero compartir uno de esos raros instantes de semi-lucidez que a veces tengo y que se dio en un momento en que planificaba parte de mi trabajo en relación al tratamiento de aguas. Espero les guste:
“Qué acostumbrados estamos a mencionar su nombre sin darle la importancia que se merece: El Agua.
Ese líquido, también sólido o gaseoso, que a veces pasa desapercibido, idealmente incoloro, inodoro e insípido y sin el cual ninguna forma de vida existiría en nuestro planeta y por lo que sabemos, en ningún otro. Es el agua el compuesto químico que nos sustenta, mantiene la temperatura del globo, genera lluvias, corrientes de aire, paraísos naturales, nos da limpieza, alimentos, frescor, calor, energía, potencia y un sinfín de beneficios basados en sus curiosas y fascinantes propiedades fisicoquímicas que en muchos casos, los ciudadanos comunes no somos capaces ni de lograr imaginar.
Vemos al agua como algo habitual, común, normal y a veces banalizamos su presencia y no le damos la importancia que realmente tiene. Si en este mundo tuviéramos que hacer una clasificación de todos los elementos y compuestos del universo como si fuera una clasificación deportiva, el Agua estaría en primera división, liga de campeones y campeón de copa. No existe nada más importante que el agua para la vida. Ni siquiera el Oxígeno es necesario para todas las formas de vida, ni el dióxido de carbono o el nitrógeno. Y sin embargo, tiramos los pañales sucios de nuestros hijos en los canales que riegan nuestros cultivos, limpiamos nuestros vehículos en los ríos donde nos bañamos y depositamos los restos tóxicos en las fuentes de agua de las que bebemos a diario. Ni que decir del hecho de que no respetamos el camino que ha de seguir el agua, facilitando así catástrofes como inundaciones o avenidas, borrando del mapa las nacientes de ríos y arroyos, secando los pozos, contaminando y abusando de las aguas subterráneas, derritiendo glaciares, modificando estuarios, deltas, meandros, cañones, y demás a nuestro antojo, sin ver más allá de un beneficio presente. Y además, luego, nos quejamos, pero el que juega con fuego se quema y el que juega con agua se ahoga.
El Agua tiene una propiedad muy interesante, dentro de tantas que nos fascinan, y es el hecho de que en el mundo nunca hay más ni menos agua, siempre hay y habrá la misma, omitiendo, claro está, pérdidas mínimas por la atmósfera al espacio y aumentos debidos a meteoritos y generaciones en la tierra tanto naturales como artificiales (i.e. caso de combustibles de Hidrógeno). Desafortunadamente, el agua se ve modificada en cuanto a su distribución, calidad y disponibilidad. Es más, debido a las alteraciones del hombre y al Cambio Climático potenciado por las mismas, el agua nos va a jugar, de hecho ya lo está haciendo, malas pasadas. En este momento y cada vez más, las precipitaciones, y con ello el agua, se desplazarán de zonas. Cada vez habrá más agua en el mar (salada, obviamente) y menos en los acuíferos que tanto necesitamos; más y más a menudo el agua se encuentra contaminada y no es apta para consumo y ni siquiera para usos agrícolas o industriales; cada vez es más caro tratar el agua, extraerla de pozos y mantos secos, contaminados y con intrusiones salinas; las tormentas son ya más fuertes pero los periodos de sequía más largos; los glaciares desaparecen, los lagos se secan, los ríos están muy modificados. Si a todo esto sumamos una población creciente, una desertización que aumenta exponencialmente, las temperaturas cambiantes y la vulnerabilidad ambiental en incremento, el panorama no es muy halagüeño. Y sin embargo, no le damos importancia al agua.”
Feliz día del Planeta “Agua”, 22 de Abril de 2008
Y le llamamos “Tierra”.
(NASA1972; Photo ID: AS17-148-22727)
Hasta ahora este no era un factor importante, pero los consumidores de mercados en países del "norte" en particular en el mercado Europeo y ciertos mercados de los Estados Unidos, están cambiando sus tendencias hacia la compra de productos ecológicos y locales (agricultura orgánica, baja huella de carbono, etc.) incluso en tiendas de zapatos deportivos (http://www.enn.com/lifestyle/article/36937), ropa (dañando la imagen del algodón Peruano, por ejemplo) y otros, pero particularmente en supermercados, donde se promocionan los productos de temporada, locales y orgánicos. (Ver: ONNO http://www.onnotextiles.com/)
